Durante la persecución en China, decenas de miles de practicantes inocentes de Falun Gong han sido detenidos ilegalmente y sometidos a graves formas de tortura mental y física, causando un inimaginable dolor emocional a sus familias y seres queridos. Como resultado de estas crueldades, muchos niños perdieron a uno o incluso a ambos padres, incluyendo a otros que podían cuidarlos. El número de casos de muerte sigue creciendo y muchos niños se han quedado huérfanos. Además, algunos niños se han convertido en blanco directo de la persecución y han sido torturados hasta la muerte o puestos en prisiones o campos de trabajo. Aquí puede verá varias historias de niños que se han convertido en víctimas de la persecución.
