Parte IV: La persecución de Falun Gong

Solemnidad y heroísmo en la Plaza de Tiananmen

Durante la persecución, la Plaza de Tiananmen en Beijing ha sido un punto focal. Cientos de miles, si no millones, de practicantes de Falun Gong han venido a la vasta plaza desde toda China y el mundo para presentar peticiones, desplegar pancartas declarando la inocencia de Falun Gong, demostrar los ejercicios de Falun Gong, o simplemente proclamar: "¡Falun Gong es maravilloso!". Por esta simple y pacífica expresión de opinión, han sufrido tremendamente. Casi todos fueron golpeados por la policía o por matones a sueldo, que no sintieron ninguna inhibición ante la presencia de miles de turistas en la plaza; algunos fueron golpeados hasta quedar inconscientes, mientras que otros fueron golpeados hasta morir en el acto; los niños y los ancianos fueron agredidos con toda la fuerza; las mujeres embarazadas fueron pateadas en sus abdómenes. Los ataques eran por lo general tan violentos y contundentes que las víctimas eran silenciadas en menos de un minuto. Sin embargo, sólo por ese breve momento, los practicantes siguieron viniendo y viniendo, a pesar de las consecuencias. Esto parecía desconcertar a los periodistas extranjeros: ¿Valía la pena? ¿De qué se trataba todo esto?

 

El 29 de septiembre de 1999, los practicantes hicieron una demostración de los ejercicios de Falun Gong en la Plaza de Tiananmen como un llamamiento pacífico al público en general. Los policías se apresuraron a obligar a los practicantes a subir a la camioneta policial

Para los chinos, la Plaza de Tiananmen, la "Puerta de la Paz Celestial", es sagrada. Se considera que la historia moderna de China comenzó con una manifestación patriótica dirigida por estudiantes en la Plaza de Tiananmen en 1919. También tuvieron lugar en la Plaza varias otras manifestaciones de impacto histórico, incluidas las manifestaciones en favor de la democracia de 1976 y 1989. Por consiguiente, la Plaza de Tiananmen se considera un lugar sagrado para el patriotismo, el sacrificio y el último recurso para apelar a la conciencia pública.

El súbito descenso del terror hizo tambalear las vidas de los practicantes de Falun Gong, pero no pudo quitarles su convicción interna y su compromiso de ser buenas personas. Después del shock inicial, y confiando en que el gobierno detendría la persecución si se lograba aclarar el malentendido de los funcionarios sobre Falun Gong, los practicantes de toda China comenzaron a converger en la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado para entregar sus peticiones, explicando cómo Falun Gong es beneficioso y sólo puede hacer contribuciones positivas a la sociedad. Las buenas intenciones de los  practicantes chocaron con la realidad de que la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado se había convertido en un centro de detención: el cartel de "Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado" fue retirado, y los que pedían indicaciones eran engañados para que esperaran en furgonetas policiales y ser llevados escoltados a los centros de detención, sin posibilidad de presentar sus peticiones.

Un policía agarra la bandera desplegada de un practicante, mientras cerca otros practicantes de Falun Gong despliegan sus banderas.

A medida que aumentaba el número de practicantes, las autoridades prohibieron acudir a la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado para apoyar a Falun Gong y ordenaron a los gobiernos locales que aplicaran la prohibición. Esta fue otra orden inconstitucional y un impactante paso atrás en la Revolución Cultural. La Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado se creó después de la Revolución Cultural como una forma de ayudar a resolver esos "casos incriminados, falsos e injustos" y para que los agraviados pudieran expresar sus quejas. Había literalmente millones de esos casos en aquella época, y el aparato estatal a diferentes niveles trataba de encubrirlos y eludir la responsabilidad. En respuesta a la protesta de toda la sociedad, se creó la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado para recibir las quejas directamente de las víctimas, sorteando capas y estratos de obstáculos. Denominado "oídos del cielo" por los ciudadanos chinos, este mecanismo desempeñó un papel fundamental en la solución del descontento social resultante de la Revolución Cultural, y el derecho a dirigir quejas a la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado se inscribió posteriormente en la Constitución de China. La descarada supresión de este derecho constitucional y las terribles palizas que recibieron los practicantes que viajaban a Beijing por parte de las autoridades de los servicios de seguridad a diferentes niveles, indicaron inequívocamente a los practicantes que el gobierno no estaba en absoluto interesado en lo que tenían que decir. A los practicantes no les quedó más remedio que apelar a la conciencia pública, ¿y que lugar más simbólico que la Plaza de Tiananmen?

La primera manifestación conocida de los practicantes de Falun Gong fue el 29 de septiembre de 1999. La noche anterior, un grupo de practicantes de diferentes partes de China se reunieron en la Universidad de Tsinghua, tranquilamente tomaron fotos, escribieron lo que iban a hacer, enviaron sus planes por correo electrónico a personas que conocían en el extranjero, y a la mañana siguiente, ¡fueron!

En la plaza, eligieron mostrar el segundo ejercicio de la serie de ejercicios de Falun Gong. Esta fue probablemente la demostración más larga que los practicantes pudieron hacer; según un participante, el tiempo parecía congelarse en ese momento. Completamente desprevenidos, la policía tardó un tiempo en reaccionar; y sin estar preparados para reaccionar, la policía mostró su verdadera cara, pateando, golpeando, inmovilizando y finalmente maltratando a todos los integrantes del grupo de pacíficos practicantes. No se registró una lista completa de los datos presonales de estos practicantes, y por ello no se sabe su paradero; sin embargo, su heroísmo y ese momento solemne estaran impresos en la historia para siempre.

Las manifestaciones públicas en la Plaza de Tiananmen fueron desastrosas para Jiang Zemin. De agosto a octubre de 1999, Jiang viajó al extranjero con frecuencia. Entre otras cosas en su agenda, trató de influir en la opinión mundial con su versión de "manejar el asunto de Falun Gong" y atraer la cooperación de otros gobiernos con su persecución a través de la cesión de intereses comerciales y reclamaciones de soberanía de territorios. Sintiéndose confiado, y contrariamente a su posterior rechazo de las críticas internacionales por "interferir con la política interna", personalmente repartió a los líderes de otros gobiernos folletos que difamaban a Falun Gong, y ofreció entrevistas sobre el tema de Falun Gong a los medios de comunicación internacionales, atrayendo así la atención internacional al tema de Falun Gong y a su capacidad para manejar crisis.

Las continuas demostraciones de los practicantes de Falun Gong no solo deshincharon la afirmación de Jiang de haber resuelto el 98% del "problema de Falun Gong", sino que también desenmascararon su cuento de hadas de "educación y afecto" para "resolver" el "problema". La gente, incluyendo los reporteros internacionales, comenzaron a preguntarse: si la policía podía ser tan violenta a plena luz del día, ¿qué no harán a puertas cerradas en las cárceles, centros de detención y campos de trabajo?

Los sacrificios de los practicantes, sin embargo, fueron tremendos. No sólo fueron tratados brutalmente aquellos uqe eran detenidos en la Plaza, sino que los sospechosos de tener la "inclinación" a viajar a Beijing fueron acorralados por las autoridades locales y obligados a firmar las llamadas "dobles promesas": promesa de renunciar a Falun Gong y promesa de no apelar por Falun Gong. Aquellos que se negaron a cumplir fueron torturados, algunos hasta la muerte.

Dos policías patean y arrastran a un practicante que está apelando en la Plaza de Tiananmen, mientras un oficial de civil agarra la bandera amarilla del practicante

Sin embargo, los practicantes de Falun Gong siguieron presentando petición tras petición en la Plaza de Tiananmen. En octubre, un enfurecido Jiang ordenó a la legislatura nacional china que aprobara una ley para legitimar una persecución más dura. El Washington Post señaló en un artículo del 2 de noviembre de 1999 que "Cuando los líderes comunistas de China se encontraron sin las leyes que necesitaban para perseguir vigorosamente un grupo de meditadores pacíficos, el partido simplemente creó algunas nuevas leyes. Estas se aplicarán - retroactivamente, por supuesto ... Según estas normas, Stalin era un observador escrupuloso de los derechos civiles".

Al mismo tiempo, Jiang ordenó a todos los niveles del gobierno que impidieran a los practicantes ir a la Plaza de Tiananmen, y los funcionarios que no lo hicieran serían degradados. Se desviaron valiosos recursos para establecer puntos de control en aeropuertos, estaciones de tren y autobús, carreteras públicas e incluso hoteles para interceptar a los practicantes de Falun Gong. Para pasar los puntos de control, se exigía a los viajeros que maldijeran a Falun Gong, o que escupieran o pisaran los libros de Falun Gong, y cualquiera que se negara sería detenido.

Para disminuir aún más la capacidad de los practicantes para viajar a Beijing, Jiang emitió una orden para "destruir su reputación, llevarlos a la bancarrota financiera y exterminarlos físicamente". La crueldad de esta orden se vio amplificada por la codicia de los funcionarios locales, que aprovecharon la oportunidad para saquear o incautar las casas, bienes personales y negocios de los practicantes, y para extorsionar grandes cantidades de dinero a las familias de los detenidos como rescate. La opresión de los tiranos locales a veces tenía el efecto de obligar a los practicantes a ir a Beijing, porque no podían permanecer en sus casas con seguridad y se veian obligados a hacer explicitas sus quejas por la situación que pasaban.

Policías de paisano detienen a los practicantes de Falun Gong en la Plaza de Tiananmen durante una apelación pacífica.

Sin dinero, sin ayuda, sin mapa, y sin brújula, muchos practicantes empezaron a caminar o a ir en bicicleta a Beijing. Escalando montañas, cruzando el desierto, durmiendo bajo los árboles, mendigando comida, y evitando los puntos de control, fueron a Beijing paso a paso y uno a uno. A lo largo del camino, fueron interceptados por policías violentos, por habitantes locales desinformados respecto a Falun Gong y por equipos de patrulla reclutados para cazarlos. Pero también fueron ayudados por gente de buen corazón, por aquellos que estaban dispuestos a escuchar su versión de la historia, y por aquellos que les miraron a los ojos y no encontraron amargura sino paz. Después de los pocos segundos que podían estar en la Plaza Tiananmen sin ser detenidos, se negaban a dar sus nombres y direcciones a la policía que los interrogaba, o serían escoltados de vuelta a sus lugares de partida y pasarían meses antes de que pudieran regresar de nuevo a Beijing.

Es importante señalar que todas estas apelaciones ocurrieron espontáneamente. Por sus experiencias despóticas pasadas, el gobierno chino pensó que podría paralizar la "organización" de Falun Gong arrestando a todos los "líderes" importantes. Lo que el gobierno nunca pudo entender es que Falun Gong realmente no tiene organización. Aunque los practicantes se conozcan entre sí, sus decisiones y acciones son completamente de su propio corazón, sus propias iniciativas, y su propia determinación de decir la verdad.

Torturas y muerte

Durante más de cincuenta años, el régimen comunista chino ha tenido su forma de destruir la voluntad de la gente y aplastar a los grupos inconformes a través del terror y el engaño; nunca ha fracasado con ninguna persecución anterior. Los continuos llamamientos de los practicantes de Falun Gong en la Plaza de Tiananmen, y la insistencia en el derecho a practicar por parte de millones y millones de personas en todo el país, dejaron claro que los practicantes de Falun Gong no cederían ante la persecución. Avergonzado y enfurecido, Jiang instruyó a través del sistema de la Oficina 6-10 que: "Ninguna medida es demasiado excesiva contra Falun Gong", ordenando el uso de la tortura extrema. Mientras la persecución seguía encontrándose con la resistencia pacífica de los practicantes, la cruzada personal de Jiang se convirtió en una venganza personal.

Desde el 20 de julio de 1999, por la información que se ha filtrado a través del estricto control del gobierno chino, sabemos que millones de personas han sufrido encarcelamiento arbitrario, casi todas en condiciones inhumanas; cientos de miles, incluidas mujeres embarazadas, ancianos y niños pequeños, han sido internados en campos de trabajo; miles de personas han sido detenidas y gravemente torturadas con medicamentos que dañan los nervios en hospitales psiquiátricos. Miles han muerto bajo custodia, mientras que otros incontables siguen desaparecidos. El alcance y la gravedad de las atrocidades son difíciles de comprender.

Dos policías del campo de trabajos forzados de Longshan usaron tres porras eléctricas para lanzar descargas en la cara a la Sra. Gao Rongrong durante siete horas. Esta foto de la cara quemada de la Sra. Gao fue tomada diez días después.

Las peores atrocidades suelen ser la calificadas como genocidio. Los genocidios tienen como fin eliminar físicamente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, por lo que generalmente resultan en un gran número de muertes.

La persecución a Falun Gong por Jiang Zemin y su sistema de oficinas 6-10 utiliza un tipo diferente, posiblemente un tipo peor, de asesinato: la muerte de las mentes de las personas. Su objetivo no es matar físicamente a un gran número de personas, aunque el número de muertos es irrelevante para los asesinos en un genocidio. El propósito es forzar a la víctima a elegir entre la muerte física y la muerte mental, entendiendose como tal, la renuncia a su voluntad, sus valores fundamentales y su conciencia.

Torturar hasta el borde de la muerte, por lo tanto, es un ingrediente necesario de este tipo de asesinato. La policía china ha dicho abiertamente a los practicantes de Falun Gong: "¡Te haremos rogar por la vida mientras mueres, y rogar por la muerte mientras vives!" ¿La única salida? Mentir y decir que Falun Gong les ha hecho daño a ellos y a la sociedad, decir que vivir de acuerdo a Verdad-Benevolencia-Tolerancia es malo, y agradecer y aplaudir al gobierno por salvarlos de Falun Gong. Decir mentiras para vivir, o decir la verdad y morir.

Debido al bloqueo de información del gobierno chino, no sabemos cuántos practicantes han sido torturados hasta morir bajo custodia policial. De los informes que describen más de 1.300 muertes de practicantes en manos de la policía, vemos un cuadro casi inimaginable de tragedia: algunos murieron por que sus cuerpos fueron desgarrados al tirar lentamente de los miembros; algunos murieron después de ser encerrados en "jaulas de agua" y sumergidos en agua sucia durante meses; algunos murieron por prolongadas descargas de bastones eléctricas en el exterior o el interior de sus genitales; algunos fueron congelados hasta morir; algunos fueron quemados vivos. En casos extremos, un niño de ocho meses fue asesinado junto con su madre, una abuela de 75 años fue asesinada y un hombre discapacitado con la espalda encorvada fue asesinado cuando la policía "aplanó" por la fuerza su torso.

La Sra. Wang Xia era sólo piel y huesos como resultado de la implacable tortura. En el momento de esta foto, ella pesaba sólo unos 20 kg. y sólo se mantenía conciente a intervalos.

Además de las lesiones externas, la policía también inflige dolor interno mediante la horrible alimentación forzada. Estas torturadoras alimentaciones forzadas no están hechas para alimentar, sino para causar un dolor interno insoportable. Los policías, guardias o convictos a los que se les ordena hacerlo introducen un tubo de plástico firme en la nariz de la víctima y lo fuerzan para bajarlo hasta el estómago; a veces, en cambio, entra en los pulmones. A menudo el tubo se extrae y se vuelve a insertar varias veces, causando hemorragias internas. A continuación se vierte por el tubo agua hirviendo, orina, heces, aceite de pimiento picante, vinagre concentrado, pasta de mostaza y otros líquidos irritantes. De los casos conocidos de asesinatos de practicantes de Falun Gong, esta es una de las causas mas numerosas.

Los asesinatos masivos de practicantes de Falun Gong por parte de las autoridades chinas han sido reportados por muchos periodistas y organizaciones de derechos humanos. Por ejemplo, en un informe del Wall Street Journal del 26 de diciembre de 2000, el Sr. Ian Johnson (que ganó el Premio Pulitzer de Reportaje Internacional por su serie de informes sobre la persecución de Falun Gong) escribió:

"WEIFANG, China - Levantándose de la Llanura del Norte de China ... esta es una ciudad china poco llamativa en todos los aspectos menos en uno: la policía local regularmente tortura a los residentes hasta la muerte. Desde principios de año, cuando la policía mató a un jubilado de 58 años, al menos 10 residentes más de Weifang han muerto bajo custodia policial. Weifang, que tiene menos del 1% de la población nacional, es responsable del 15% de esas muertes."

Desde el informe del Sr. Johnson, al menos 21 practicantes de Falun Gong más murieron a manos de la policía de Weifang.

Es importante señalar que los asesinatos llevados a cabo en la persecución de Jiang contra Falun Gong tienen como único objetivo derrumbar las mentes y las conciencias de las víctimas, pero también provocan la destrucción moral de los torturadores. Engañados por la propaganda de odio, impulsados por las órdenes del gobierno, alentados por promesas de impunidad, y atraídos por recompensas financieras, la policía lleva a cabo torturas y asesinatos completamente desprovistos de humanidad, como algunos gritaron abiertamente a los practicantes de Falun Gong, "Somos pequeños diablos reencarnados del infierno, y también os golpearemos en el infierno".

Sin sombra de duda, es en efecto un asesinato de la conciencia.

"Transformación"

Por horribles que sean las torturas y asesinatos, el aspecto más siniestro de la persecución del gobierno chino a Falun Gong es la llamada "transformación": El lavado de cerebro de los practicantes para que vayan en contra de su propia voluntad y obligarles a condenar y renunciar públicamente a Falun Gong. El lenguaje humano no puede expresar la maldad de la "transformación". Para las víctimas de la persecución, los recuerdos más dolorosos son invariablemente de "transformación".

Sr Zhao Ming

El Sr. Zhao Ming, que sufrió veintidós meses de tortura en seis centros de detención diferentes y un campo de trabajo, escribió: "Después de recibir descargas eléctricas durante más de media hora, me vino a la mente un pensamiento: 'Eso es todo'. No quiero soportarlo más. Puedo revelar sus crímenes después de salir". Debido a este pensamiento, cedí... Muchos compañeros me preguntaron qué fue lo que más me dolió en el campo de trabajos forzados. Y fue esto. Las heridas de la tortura física pueden sanar con el paso del tiempo, pero el dolor mental de esta persecución puede perseguir a una persona durante toda su vida."

A través de la presión internacional, Zhao Ming fue liberado y se le permitió continuar sus estudios en el Trinity College en Irlanda. Recordó: "Salí del campo de trabajo sin ninguna felicidad, esperanza o alivio, porque mi espíritu había sido asesinado".

Otra practicante de Falun Gong escribió sobre su experiencia inolvidable: "El 10 de octubre de 2000, había llegado a mi límite de soportar la tortura, y me vi obligada a escribir la promesa de no volver a practicar Falun Gong. El dolor es indescriptible. En ese momento sentí que toda mi vida, toda la esencia de mi ser - todo - se había desvanecido de mí, y todo lo que me quedaba era una cáscara vacía. Murmuré incesantemente: "Estoy transformada, estoy transformada, estoy..." Han pasado dos años, pero todavía no me he alejado completamente de la sombra y la vergüenza de ser forzado a traicionar mis creencias y a vender mis propios principios. Desde mi propia experiencia personal, puedo atestiguar cómo aquellos que son forzados a 'transformarse' han sido torturados más allá de los límites de lo que cualquier persona puede soportar".

El proceso de "transformación" encarna y destila toda la naturaleza siniestra de la persecución de Falun Gong por parte del gobierno chino. Para forzar a los practicantes de Falun Gong a ceder, la policía no escatima en trucos ni en coacciones. Traen a las familias de los practicantes para rogarles que cedan y "se vayan a casa"; torturan a los practicantes delante de otros hasta que los demás se someten; incluso suplican a los practicantes que sean "comprensivos" con el "duro trabajo" de los oficiales. Para ablandar la determinación de un practicante, un oficial de policía infligirá salvajes palizas y otro actuará con simpatía. Una vez que el enfoque "tierno" fracasa, la policía no duda en recurrir a la tortura. Incluso usan drogas que dañan los nervios para someter a los practicantes y luego presionan sus huellas dactilares en "cartas de compromiso" preparadas.

Muchos practicantes "transformados" han sufrido más humillaciones al ser obligados a leer sus "cartas de compromiso" en clases de lavado de cerebro o en programas de radio o televisión transmitidos públicamente. Para demostrar que son "sinceros" en su "transformación", algunos practicantes se han visto obligados a ayudar a la policía a coaccionar a sus compañeros para que se "transformen": a utilizar sus propias experiencias de "ser salvados por el gobierno" para persuadir a otros practicantes de que maldigan a otros como ya han sido maldecidos antes, y a utilizar en otros los dispositivos de tortura a los que han sido sometidos. De esta manera, "muestran en acción" que se han "separado completamente de Verdad-Benevolencia-Tolerancia".

Uno sólo puede adivinar la culpa, la vergüenza y el autodesprecio que los practicantes "transformados" han soportado. Lo que les ayuda a recuperarse, al final, es Falun Gong. La experiencia del Sr. Chen Gang es típica: "Cuando estaba desesperado, fue otra vez Falun Gong el que me levantó. No importaba cuánto me sentía como un barco solitario dañado golpeando en la tormenta, sentía que todavía tenía un espacio puro y armonioso dentro de mi corazón, la perfecta armonía y serenidad que había experimentado, y la tierra pura de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Poco a poco, encontré mi autoconfianza y mi dirección, y recuperé mi serenidad y mi estado de compasíón."

La coerción no puede cambiar el corazón de uno. Desde que comenzó la persecución, decenas de miles de practicantes de Falun Gong han publicado "declaraciones solemnes" en el sitio web de Minghui, un sitio creado por practicantes de Falun Gong en el extranjero. Estas declaraciones solemnes son la declaración de los practicantes de que cualquier cosa que sucumbieran a decir o hacer contra Falun Gong bajo coacción y engaño es nula y sin efecto, y que decididamente continuarán practicando Falun Gong.

Una auto-inmolación escenificada y el engaño a la opinión mundial

Uno de los muchos clips de imágenes que la Estación Central de Televisión China (CCTV) tuvo que explicar después de su publicación inicial. Un policía manteniendo una manta de extinción de incendios con una mano se para tranquilamente al lado de un "inmolado", como si posara para una foto perfecta. La botella de plástico permanece, sin ser afectada por el calor, en las piernas del "inmolado". La CCTV explicó más tarde que la botella de 7-UP fue colocada allí después como un ejemplo del recipiente de gasolina usado en la "inmolación". Obsérvense también las pequeñas acumulaciones de nieve sobre los que se sienta el "inmolador". El que no se derritieran con el calor no fue explicado.

Al mismo tiempo que la persecución violenta, el régimen de Jiang también lanzó una campaña de desinformación de gran alcance para justificar su persecución y evitar la condena internacional. Los medios de comunicación estatales inundaron las imprentas y las ondas de radio con noticias falsas sobre el Sr. Li Hongzhi y Falun Gong. Como con todas las mentiras, la propaganda falla miserablemente en los detalles. Por ejemplo, el gobierno chino inventó afirmaciones de que la práctica de Falun Gong causó la muerte o la locura de 1.400 personas. Este número, incluso si se asume como cierto, dividido por 100 millones de practicantes, estaría muchos órdenes de magnitud por debajo del promedio nacional. En otro ejemplo, el Gobierno de China afirmó que el Sr. Li Hongzhi había falsificado su fecha de nacimiento, e incluso presentó un "registro hospitalario" para demostrar que su madre fue tratada con oxitocina en 1952, antes de su nacimiento. Sin embargo, la oxitocina no se identificaría hasta 1953.

A principios de 2001, las autoridades intentaron una maniobra escandalosa: una autoinmolación escenificada de cinco personas en la Plaza de Tiananmen. No menos artero que cuando Nerón culpó del Gran Incendio de Roma a los cristianos, los medios de comunicación estatales alegaron que los inmolados eran practicantes de Falun Gong e incitaron al odio de la sociedad hacia Falun Gong. Sin embargo, esta autoinmolación escenificada ha sido analizada por reporteros neutrales y por observadores independientes empleando la misma cinta de video que fue publicada por el gobierno chino:

  • Un artículo de investigación publicado por The Washington Post informó que nadie había visto practicar Falun Gong a una de las "inmoladas", la Sra. Liu Chunling.
  • La policía -misteriosamente- patrullaba ese día la Plaza Tiananmen con docenas de equipos anti incendios.
  • Liu Siying, la niña de 12 años "inmolada", supuestamente tenía una traqueotomía, pero habló y cantó a la cámara mientras la entrevistaban, lo cual es imposible desde el punto de vista médico.
  • Se informó de que la Sra. Hao Huijun, otra de las "inmoladas", se había graduado del Colegio de Música de Henan en 1974. La propia página web de esa universidad revela que no admitió estudiantes entre 1962 y 1984.
  • Se demostró que el Sr. Wang Jindong se había quemado gravemente; es una evidencia fisica que el pelo se quema y el plástico se derrite con extrema rapidez; sin embargo, su pelo y la botella de plástico 7-UP que había "usado para echar gasolina" permanecieron milagrosamente intactos.

Estas incongruencias llevaron a International Education Development, una ONG de las Naciones Unidas, a emitir la siguiente declaración durante el período de sesiones del año 2001 de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas: "El régimen señala un supuesto incidente de auto-inmolación en la Plaza Tiananmen el 23 de enero de 2001, como prueba de que Falun Gong es un 'culto maligno'. Sin embargo, hemos obtenido un video de ese incidente que, en nuestra opinión, prueba que este evento fue organizado por el gobierno". (Para un análisis de las imágenes de las inmolaciones escenificadas, por favor visite:http://www.falsefire.com/es/) .

La coacción global de las conciencias por el gobierno chino

Además del engaño, el gobierno chino también ha hecho repetidas amenazas de sanciones económicas contra países, estados, ciudades y empresas que se atrevan a criticar su persecución a Falun Gong. Esto crea un temor, un miedo a quedar fuera de algún beneficio económico, un miedo a hablar desde la conciencia. Con esta táctica, el gobierno chino ha inducido a varias de las principales empresas de medios de comunicación occidentales a aplicar la autocensura al informar sobre las violaciones de los derechos humanos en China, ha obligado a ciudades de varios países a rescindir su apoyo moral a las víctimas, e incluso ha coaccionado a algunos gobiernos democráticos para sofocar las voces de los practicantes de Falun Gong. En Francia, Alemania, Islandia, Rusia, Ucrania, Tailandia y algunos otros países, ha habido casos en que las fuerzas policiales locales fueron presionadas para que detuvieran arbitrariamente y por error a practicantes de Falun Gong que se limitaban a ejercer sus derechos de manifestación pacífica.

La policía de Hong Kong arrestó violentamente a los practicantes que apelaban pacíficamente ante la Oficina de Enlace con China en Hong Kong, el 14 de marzo de 2002.

Sin embargo, las agencias chinas no se detienen en el chantaje. El diputado canadiense Rob Anders dijo lo siguiente acerca de haber sido agredido físicamente por diplomáticos chinos en febrero de 2000:

"Llevé [una camiseta que hablaba de Falun Gong] a una función que estaba siendo organizada por la embajada de la República Popular aquí, en este edificio [el Parlamento]. Me paré en la parte de atrás de la sala, y de repente tuve cuatro o cinco hombres rodeándome y empezaron a acosarme, y a señalarme con el dedo, y a empujarme físicamente, diciendo que tenía que irme, que no era bienvenido, que me fuera a casa, ya sabes, vaquero, no sabes lo que estás haciendo... y lo que me pasó por la cabeza inmediatamente fue que cuatro o cinco personas que forman una banda en nombre de la República Popular China creen que pueden salirse con la suya haciéndome eso como miembro del Parlamento, en suelo canadiense, en mi lugar de trabajo, en la Cámara de los Comunes - ¿te imaginas lo que le están haciendo a la gente en su propio país? ¡Fue absolutamente exagerado! Y luego cuando un reportero de los medios de comunicación se acercó con su cámara, comenzaron a agarrar su cámara, trataron de forzarla a bajar al suelo, le dijeron que se fuera ... Estaban dando órdenes a un miembro de la prensa libre aquí en Canadá ... Fue absolutamente indignante. Y eso demostró a lo que se enfrenta Falun Dafa ... Estamos en un momento muy crítico. Si no tomamos una posición ahora, la historia nos mirará y se lamentará."

Incidentes similares de intimidación y asalto también han ocurrido en los Estados Unidos, Islandia, Alemania, Australia, Rusia, Rumania, Tailandia, Camboya, Hong Kong, y muchos más. En pocas palabras, el régimen chino ha exportado su persecución al mundo como una campaña mundial de maldad contra la conciencia..

Intento de asesinato de practicantes de Falun Gong en Sudáfrica

El 28 de junio de 2004, alrededor de las 20.30 horas, cinco practicantes de Falun Gong se dirigían del aeropuerto internacional de Johannesburgo a Pretoria, la capital de Sudáfrica, cuando un coche blanco se acercó por detrás y abrió fuego con un rifle de asalto AK-47. Los practicantes trataron de cambiar su velocidad para esquivar el ataque, pero los asesinos mantuvieron la velocidad con ellos y continuaron disparando. El coche de los practicantes y el conductor fueron alcanzados y forzados a salir de la carretera; el conductor herido logró detener el coche en un campo. Los pistoleros se detuvieron y observaron durante unos segundos, y luego huyeron de la escena.

Foto superior: Los pies del Sr. David Liang después del tiroteo en África.
Foto inferior: El Sr. Liang, en una silla de ruedas, cuenta su historia en una conferencia de prensa en Sydney, Australia.

Este tiroteo no fue de ninguna manera un simple intento de homicidio. Las víctimas se encontraban entre el grupo de nueve practicantes de Falun Gong de Australia que estaban allí para presentar una demanda - acusando al vicepresidente de China, Zeng Qinghong, y al ministro de comercio, Bo Xilai, que estaban visitando Sudáfrica del 27 al 29 de junio - de tortura, genocidio y crímenes contra la humanidad. Incluso antes de salir de Australia, uno de ellos había recibido dos llamadas telefónicas amenazantes. Cuando llegaron al aeropuerto internacional de Johannesburgo, notaron que un hombre de aspecto sospechoso los seguía y observaba. Además, el Sr. David Liang, el conductor al que dispararon, llevaba una chaqueta de Falun Gong. La policía sudafricana observó que el lugar del tiroteo no era una zona de alta criminalidad. Los pistoleros obviamente no querían robar a los practicantes. Estos factores apuntan a un motivo político para este tiroteo.

Una declaración apresurada del 30 de junio de la embajada de China en Sudáfrica sólo aumenta las sospechas. Como representante de los ciudadanos chinos en Sudáfrica, la embajada no mostró ninguna simpatía hacia el Sr. Liang, que sufrió heridas de bala en ambos pies y fracturas de hueso en el pie derecho. Por el contrario, la embajada afirmó que el incidente era una conspiración de Falun Gong y advirtió a los medios de comunicación internacionales que no hicieran ningún "informe irresponsable sobre el incidente".

Este tiroteo no fue de ninguna manera un ataque aislado a los practicantes de Falun Gong. Para sofocar los esfuerzos de los practicantes de Falun Gong en el extranjero para revelar la brutalidad en China, los agentes del gobierno chino han recurrido a la violencia y a los crímenes de odio para intimidar a los practicantes de Falun Gong. Sólo en los Estados Unidos ha habido múltiples incidentes de agresión física contra practicantes de Falun Gong por parte de ciudadanos chinos con estrechos vínculos con los consulados chinos en Atlanta, San Francisco, Chicago y la ciudad de Nueva York. En respuesta a estas flagrantes violaciones de los derechos civiles, la Cámara de Representantes de los EE.UU. aprobó unánimemente una resolución (Resolución Concurrente de la Cámara 304) el 4 de octubre de 2004, pidiendo a China que dejara inmediatamente de perseguir a Falun Gong dentro y fuera de China.

La lucha entre la verdad y las mentiras

El 5 de marzo de 2002, alrededor de las 20.00 horas, ocho canales del sistema local de televisión por cable de la ciudad de Changchun emitieron simultáneamente películas documentales que mostraban la propagación de Falun Gong en todo el mundo, la violenta persecución del gobierno chino contra Falun Gong y la autoinmolación escenificada en la Plaza de Tiananmen. La emisión duró más de cincuenta minutos. La onda expansiva se extendió rápidamente y mucho más allá de Changchun; al día siguiente, la gente de otras regiones había comenzado a susurrarse unos a otros: "¡La auto-inmolación es un engaño!"

El Sr. Liu Chengjun fue torturado hasta morir a la edad de 32 años por irrumpir en el sistema de televisión por cable del régimen chino para emitir un programa que revelaba la verdad sobre la persecución a Falun Gong.

La emisión fue la primera vez en que cualquier grupo perseguido lograba mostrar un mensaje disidente en los medios controlados por el estado en toda la historia de la China comunista. El acto magnánimo no es sólo otra demostración del valor de los practicantes de Falun Gong, sino que también representa su profunda comprensión de la naturaleza de la persecución y su benevolencia hacia el público en general, que está bajo el control de las mentiras del régimen de Jiang.

Al principio de la persecución, los confiados practicantes de Falun Gong creían que la persecución debía ser el resultado de que los líderes estaban mal informados y engañados por unos pocos que odiaban a Falun Gong, así que acudieron a Beijing en gran número o escribieron al gobierno para defender su caso. Al mismo tiempo, soportaron pacíficamente los malos tratos de la policía, y calmadamente les dijeron "No los odiamos por no entendernos", y "Si nuestro sufrimiento puede desinflar algo de su odio hacia Falun Gong, estoy dispuesto". Su tolerancia ha conmovido incluso a los policías más feroces.

Debido a que hay tantos practicantes de Falun Gong, y que son tan auto-disciplinados y pacíficos, fue difícil para sus vecinos, colegas, familias y amigos volverse contra ellos. La auto-inmolación escenificada, sin embargo, había engañado a la nación. Como se informó en un artículo del Washington Post el 5 de agosto de 2001, "La auto-inmolación de cinco supuestos [practicantes] en la Plaza Tiananmen el 23 de enero fue un punto de inflexión. Una niña de 12 años y su madre murieron, la madre al instante y la niña tres semanas nas tarde, y el partido hizo del incidente la pieza central de su campaña para desacreditar a Falun Gong. Al transmitir repetidamente imágenes del cuerpo quemado de la niña y entrevistas con los demás diciendo que creían que la auto-inmolación los llevaría al paraíso, el gobierno convenció a muchos chinos de que Falun Gong era un "culto malvado."

Una bandera de Falun Gong cuelga de una torre de telefonía en un pequeño pueblo del noreste de China. Para colgar la bandera, una mujer de 62 años pasó dos horas y media subiendo a la torre en el frío invierno

Muchas personas desinformadas comenzaron a ayudar en la persecución del gobierno, o incluso a participar directamente en los abusos y las palizas. Los policías se vieron aún más enfebrecidos. Consumidos por la propaganda de odio, algunos intensificaron la tortura y el asesinato de los practicantes de Falun Gong, afirmando, "¡Te mataremos y prenderemos fuego a tu cuerpo como una auto-inmolación!"

No hay duda de que estos son actos criminales, y es fácil que sse genere el odio en los perseguidos. Sin embargo, para los practicantes de Falun Gong, sus violadores también son víctimas de la persecución del gobierno chino, y se les debe dar la oportunidad de despertar. Con gran benevolencia, los practicantes de Falun Gong asumen grandes riesgos para contarle la verdad de los hechos a sus torturadores, a sus colegas de trabajo mal informados y al público en general, para así despertarlos de una persecución que está completamente basada en mentiras. Envían cartas en masa a las comisarías de policía, distribuyen folletos en los supermercados, colocan DVD en los buzones, publican artículos en Internet, etc. En el idioma chino, esto se llama "aclarar la verdad".

Su aclaración de la verdad es poderosa. Hay numerosas historias de policías que cambian su actitud hacia los practicantes, compañeros de celda encarcelados con practicantes que aprenden Falun Gong, extraños que protegen a los practicantes, y familiares prejuiciados que ayudan a aclarar la verdad. Incluso hay personas a cargo de una oficina 6-10 que se han convertido en practicantes de Falun Gong.

Para que el pueblo chino sepa la verdad sobre Falun Gong y la persecución, los practicantes han puesto carteles informativos en muchos lugares públicos. Esta foto muestra a la gente leyendo uno de estos carteles de Falun Gong

Para Jiang Zemin, la verdad era desastrosa. Al enterarse de la emisión por television de los programas de Falun Gong en Changchun, emitió una orden estricta de que si una emisión similar sucedía de nuevo, todos los funcionarios de la ciudad serían despedidos. También instruyó al departamento de policía de Changchun de que todos los practicantes de Falun Gong involucrados en la transmisión debían ser "asesinados sin perdón". Más tarde, Jiang instruyó a las oficinas 6-10 que a cualquier practicante de Falun Gong que fuera visto distribuyendo material de Falun Gong debía "dispararsele en el acto".

Por su benévola difusión de la verdad, los practicantes de Falun Gong se han sacrificado enormemente. En el mes siguiente a la transmisión de Changchun, más de 5.000 practicantes fueron arrestados en la ciudad, y al menos una docena murieron durante el "interrogatorio". Cuando la policía detuvo al Sr. Liu Chengjun, el organizador de la emisión, le dispararon dos veces en la pierna después de haber sido esposado y encadenado. El Sr. Liu murió en la noche de Navidad de 2003, después de soportar más de un año de tortura extrema.

Sin embargo, la verdad es invencible. Después de la transmisión de Changchun, muchas transmisiones similares siguieron en otras ciudades. Cada hora, en cada rincón de China, numerosos practicantes de Falun Gong preparan y distribuyen materiales de aclaración de la verdad. Puede que no tengan una referencia literaria comparable, pero son los equivalentes a Justino el Martir, Origenes Adamantius de Alejandría e Ignacio de Antioquía.

 

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Este artículo está estructurado en una serie de 5 partes

Parte I    | Parte II |   Parte III    |   Parte IV    |   Parte V 


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