"Venimos por ti"
El 20 de noviembre de 2001, alrededor de las 2 p.m., treinta y seis practicantes occidentales de doce países se reunieron en la Plaza de Tiananmen. Se sentaron en posición de meditación, desplegaron una gran pancarta amarilla con las palabras "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", cerraron los ojos y comenzaron un ejercicio de meditación de Falun Gong.

En cuestión de segundos, varias camionetas de la policía se precipitaron y rodearon al grupo, y los oficiales comenzaron a arrastrar, patear, golpear y empujar a los practicantes dentro de las camionetas. En respuesta, los practicantes comenzaron a gritar en chino: "¡Falun Gong es bueno!"
Estos treinta y seis extranjeros fueron los primeros de muchos practicantes extranjeros que viajaron a China para hacer llamamientos pacíficos. Como sus compañeros practicantes en China, querían que los chinos supieran la verdad. En sus propios países, a menudo reparten dípticos o trípticos a los turistas chinos que se sorprenden al saber que, contrariamente a lo que el gobierno chino les había hecho creer, Falun Gong no está prohibido en otros países. A veces involucran a los turistas chinos en una conversación y descubren lo mal informados que están sobre Falun Gong. Para que más chinos supieran la verdad, decidieron ir a China.
Hasta la fecha, cientos de practicantes de Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Finlandia, Francia, Alemania, Japón, Corea, Polonia, Singapur, Suecia, Suiza, el Reino Unido, los EE.UU., y varios otros países han viajado a China, como reza una canción: "Frente a la violencia y el peligro, una y otra vez vengo por ti; vengo con amor por ti..."
Por su amor a una práctica tradicional china, por su benevolencia con el pueblo chino, fueron arrestados, maltratados y deportados; muchos fueron golpeados, algunos severamente. Aunque la mayoría fueron arrestados en la Plaza Tiananmen, muchos fueron secuestrados mientras caminaban por la calle o sacados de sus habitaciones de hotel. Mientras estaban detenidos, no se les permitió ponerse en contacto con sus familias o sus embajadas. Fueron interrogados e intimidados, y a la mayoría de ellos la policía les robó sus valiosas pertenencias. Cuando citaron las normas internacionales para el tratamiento de los extranjeros, la policía simplemente declaró: "Esto es China".
Si los policías chinos no tienen inhibición alguna para golpear a estos extranjeros, sabiendo que serán deportados en horas, ¿qué no harán a los practicantes chinos de Falun Gong, a quienes pueden encarcelar indefinidamente?
La búsqueda de justicia por los practicantes de Falun Gong
Cuando Jiang Zemin inició la persecución contra Falun Gong, contaba con una "victoria" rápida. Los medios estatales anunciaron públicamente que el gobierno "resolvería completamente el problema de Falun Gong" en tres meses, y el propio Jiang proclamó con confianza: "No creo que no pueda conquistar a Falun Gong".

A medida que la lucha entre la verdad y las mentiras, el amor y el odio, la paz y la violencia se desarrolla, y se hace más y más claro que Jiang nunca tendrá éxito en su campaña para erradicar a Falun Gong, el contraste entre el coraje y la cobardía también comienza a mostrarse. En julio de 2001, durante la visita de Jiang Zemin a Malta, una mujer china se acercó a él y le pidió que dejara de perseguir a los practicantes de Falun Gong. En abril de 2002, cuando Jiang visitó Alemania, un hombre blanco lo saludó en chino y luego dijo "Falun Dafa es bueno" en chino. Temiendo ver más protestas de los practicantes de Falun Gong, Jiang exigió que sus anfitriones extranjeros tomaran medidas drásticas para asegurarse de que no vería más practicantes de Falun Gong. Como resultado, en tantas visitas de estado, la comitiva de Jiang no se atrevió a usar las puertas delanteras de los hoteles o restaurantes, sino que usó puertas traseras o pasillos subterráneos.
Jiang, sin embargo, tiene más que protestas de las que huir. Con la ayuda de muchos abogados prominentes de derechos humanos, los practicantes de Falun Gong de todo el mundo han presentado docenas de demandas contra Jiang y sus cómplices por genocidio, crímenes contra la humanidad y tortura, convirtiendo a Jiang en el único dictador de la historia que ha sido demandado en más de una docena de países. A medida que se revelan más y más hechos impactantes de la incitación al odio del régimen de Jiang, el terrorismo de estado, la violencia y la crueldad, se acerca el día de un nuevo juicio de Nuremberg por los crímenes del regimen chino contra la libertad de conciencia.
Un llamamiento a todas las personas buenas del mundo
La persecución de Falun Gong sigue aconteciendo en China. El único objetivo de la persecución es obligar a los practicantes de Falun Gong a renunciar a su propia conciencia, y los métodos coercitivos utilizados son atroces. No se trata de otra historia mas de una raza contra otra, de una clase de gente contra otra, o incluso de una fe contra otra. Es el ejemplo del mal contra el bien en su forma más pura.
Se dice que lo único necesario para el triunfo del mal es que las personas buenas no hagan nada.
Con la esperanza de que el mundo intervenga, presentamos estos hechos reales a las personas buenas del mundo, y les pedimos que sean una voz para los que no la tienen, que hagan todo lo que esté a su alcance para detener estos crímenes contra la conciencia.
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Este artículo está estructurado en una serie de 5 partes
Parte I | Parte II | Parte III | Parte IV | Parte V
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