
Miles de practicantes de Falun Gong mentalmente sanos han sido detenidos en instituciones psiquiátricas. Entre ellos hay maestros, jueces y personas que ejercen otras profesiones que fueron declarados dementes porque difundieron información sobre la persecución de Falun Gong a la gente, o simplemente porque practican los ejercicios de Falun Gong. Para quebrantar su voluntad y obligarlos a renunciar a Falun Gong, el personal les inyectó drogas psicotrópicas que dañan el sistema nervioso. Como resultado, las víctimas fueron llevadas a horribles estados de dolor físico y sufrimiento mental. Esta forma de tortura suele provocar daños cerebrales permanentes o daños psicológicos irreversibles. Muchos murieron a causa de ese "tratamiento" y muchos otros, sufrieron un colapso mental, por la intensa persecución y presión psicológica en las salas de psiquiatría.
Los practicantes también son sometidos a intensas tácticas de lavado de cerebro para conseguir que se vuelvan contra Falun Gong. Son torturados repetidamente con descargas eléctricas, la prohibición de dormir y la administración de dosis altas de drogas dañinas.
La Asociación Mundial de Psiquiatría decidió en agosto de 2002 investigar esto, pero las autoridades chinas les negaron repetidamente el acceso a cualquier institución mental.
Wang Jiqin, 29 años, asesinada mediente la inyección de una droga letal

La policía de la ciudad de Chongqing arrestó a la Sra. Wang Jiqin porque se negó a renunciar a Falun Gong.
El 29 de julio de 2000, fue llevada ilegalmente al campo de trabajos forzados para mujeres de Maojiashan en la ciudad de Chongqing y fue sentenciada a dos años de trabajos forzados.
Allí fue sometida a las más crueles torturas mentales y físicas. Como resultado, su salud se deterioraba diariamente, su peso disminuía y ya no podía cuidarse a sí misma.
Con el fin de tratar sus "enfermedades", la policía del campo ordenó a siete u ocho reclusos drogadictos que la alimentaran a la fuerza con una droga desconocida, lo que provocó que cayera en coma.
Al ver que la Sra. Wang estaba a punto de morir, el campo de trabajo la envió a su casa para evitar responsabilidades.
Después de regresar a su casa, la Sra. Wang permaneció en estado crítico, escupiendo sangre y expulsando sangre en sus heces. Sus miembros se volvieron extremadamente débiles. También tenía dificultad para respirar, tosía, vomitaba y tenía diarrea. Sentía dolores agudos en el abdomen debido a la ascitis [acumulación de líquido seroso en el abdomen], y no podía dormir por la noche.
Murió el 23 de septiembre de 2002.
"Con continuas inyecciones de este tipo, todo tu cuerpo y todos tus órganos internos se agostaran, por lo que sufrirás una agonía hasta la muerte."
La Sra. Hou Jinyuan, practicante de Falun Gong de 59 años de edad y residente de Baiyanghu, una pequeña aldea de la provincia de Hunan.
Las autoridades encarcelaron a la Sra. Hou varias veces en un intento de persuadirla de que dejara de practicar Falun Gong. El 13 de enero de 2002, Hou Jinyuan llevó a cabo una huelga de hambre para resistir la detención ilegal y prolongada. Fue llevada a la sala para enfermos psiquitaricos del Hospital del Pueblo y se le inyectó por la fuerza una droga desconocida. Después de la inyección, sintió que su frente y su lengua se habían entumecido. Cuando la enfermera le puso la inyección al tercer día, le dijo a Hou Jinyuan en voz baja: "Tienes que comer. Con inyecciones continuas de este tipo, todo tu cuerpo y todos tus órganos internos se marchitarán, así que sufrirás una agonía hasta la muerte".
Sin embargo, Hou se negó a renunciar a su fe y las inyecciones continuaron. Después de la inyección del quinto día, ambas piernas de Hou Jinyuan se entumecieron y perdieron sensibilidad haciendo muy dificil tratar de ponerse de pie. A finales de enero, las dos piernas de la anciana estaban paralizadas y los dos ojos estaban borrosos. Después del Año Nuevo Chino (12 de febrero), estaba completamente ciega en ambos ojos.
Mo Shuijin

A Shuijin Mo, la oficina 6-10 le aplico la eutanasia. Shuijin Mo, mujer, 64 años, esta jubilada como trabajadora de la Compañía de Autobuses de Changan, Chongqing. En mayo de 2001, Shuijin Mo fue arrestada por ser practicante de Falun Gong y sentenciada a dos años de pena en el campo de trabajos forzados para mujeres de Chongqing. Empezó a toser sangre después de 50 días de detención. Para torturarla, los guardias del campo le sellaron la boca con cinta adhesiva y la encerraron en una pequeña celda de aislamiento. Después de varios meses de tortura, Shuijin Mo estaba al borde de la muerte. La oficina local 6-10 la trasladó al hospital de Changan y dispuso que una mujer policía fingiera ser una empleada del hospital, y fue quien le puso una inyección a para matarla. Tras recibir la inyección Shuijin Mo perdió la conciencia y posteriormente murió.
Lu Hongfeng

En marzo de 2000, la Oficina de Educación de la ciudad de Lingwu suspendió en su empleo a la Sra. Lu Hongfeng porque firmó una carta de apelación en la que pedía que se pusiera fin a la persecución de los practicantes de Falun Gong. El 7 de junio de 2000, las autoridades y su esposo la llevaron al hospital psiquiatrico. En el hospital, la ataron a la cama y le inyectaron por la fuerza grandes cantidades de drogas. Para hacerla renunciar a Falun Gong, le dieron ocho veces la dosis normal. Después de cincuenta días de tortura en el hospital, se debilitó mucho, ya que las drogas destruyeron su sistema nervioso central. En julio de 2000, la enviaron a casa, pero su marido siguió dándole grandes dosis de drogas para dañar aún más su sistema nervioso. El 6 de septiembre de 2000, murió a causa de los abusos padecidos.